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Familias de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa visitan Birmingham: Los Padres dicen "Nunca Nos Callaremos"
Birmingham, AL—Los pájaros cantores y los cerezos en flor del cuadrángulo de Samford University ofrecen un escenario pacífico extraño para la discusión de una tragedia de derechos humanos el 25 de marzo, cuando las familias de los estudiantes desaparecidos pidieron justicia en su nativo Mexico.
     En Septiembre de 2014, 43 estudiantes de Raul Isidro Burgos Normal Rural School de Ayotzinapa desaparecieron después de haber sido atacados por la policia y unidades del ejército cerca del pueblo de Iguala y entegados a un cartel de crimen local. A pesar de que sólo uno de los “Ayotzinapa 43” ha sido identificado entre los restos de la fosa común, oficiales Mexicanos han cerrado el caso.
     Las familias de los estudiantes están muy escépticos de la investigación oficial del crimen y mantienen la esperanza que sus seres queridos están aún vivos. Están viajando en tres caravanas a travéz de los Estados Unidos hasta fines de abril para crear vínculos entre la gente de México y los EstadosUnidos y atraer atención a su causa. Los Padres han continuado demandando que sus hijos  les sean devueltos "vivos como estaban antes de ser capturados."
     Carlos Enrique Alemán, profesor de Historia Latino Americana en Samford University dijo, "La llegada de los padres de los estudiantes de Ayotzinapa a Birmingham tiene un significado dual. Primero, significa la importancia  de Birmingham como la cuna del U.S. Civil Rights Movement y sus enlaces a un movimiento internacional de derechos humanos. Segundo, demuestra el crecimiento demográfico de la población Latina en Alabama que está preocupada con esos asuntos aqui en los Estados Unidos y México."
     El jefe del departamento de ciencias politicas de Samford, Fred Shepherd es un notable especialista en el tópico de derechos humanos y genocidio. El introdujo a los oradores de Caravana43 en el evento de Samford y enfatizó como sus esfuerzos encajan en una lucha más grande para los derechos humanos.
     Anayeli Guerrero de La Cruz, hermana del estudiante Jhosivani Guerrero de La Cruz, notó la ausencia del canto en su casa desde la desaparición de su hermano, amante de la música. La promesa de la educación de su hermano se convirtió en tragedia cuando él y otros estudiantes trataron de recaudar fondos para sus estudios en el pueblo cercano de Iguala en otoño pasado, Dijo que los estudiantes tuvieron la mala suerte de visitar el pueblo un dia en que la esposa del Alcalde estaba celebrando un evento. Temerosos de la interrupción, las autoridades locales enfocaron su violencia  contra los estudiantes antes de que llegaran al pueblo. Los subsecuentes arrestos de las autoridades de Iguala y el descubrimiento de una fosa común hicieron poco para aplacar las sospechas de un encubrimiento oficial.
     "Pensaron que podrian engañarnos," Guerrero de La Cruz dijo acerca de la investicación del gobierno Mexicano. Ella dijo también que los activistas de la Caravana43 habian sido ofrecido sobornos para poner fin a su campaña. "Eso seria como que estuviéramos vendiendo a nuestros propios hijos," dijo de esa idea.
     Clemente Rodriguez Moreno también aludió a otros sobornos pero juró que los activistas de Carvana43  nunca se callarán en su búsqueda por respuestas y justicia. Pero más que todos habló de su hijo desaparecido. Cristian Alfonso Rodriguez-Telumbre. El padre recordó las botas que todavia cuelgan en el salón de baile local, listas para  el regreso de su hijo. Recordó la pérdida de la cosecha de flores que los estudiantes habian planeado vender y la cosecha  perdida de jóvenes que buscaban sacar a su pais de una violenta opresión.
     Cristina M. Alamanza, directora de relaciones exteriores para Samfords Leslie S. Wright Fine Arts Center, ayudó con la logistica del evento de Caravana43 y las relaciones con la media, pero ella también tiene un interés personal en su misión. Originaria de México expresó la tristeza enfurecedora de las dificultades que un pais antes pacífico está enfrentando ahora  y notó cuán profundamnete sus compatriotas sienten la situación de la Caravana43. "La incertidumbre de los padres de la 43 es la lucha que cada Mexicano, sea pobre o rico ha llegado a conocer." dijo ella.
     Cuando Rodriguez Moreno leyó los nombres de los Ayotzinapa 43, Alamanza se unió a los centenares presentes en Samford quienes contestaron "Presente!"  por los desaparecidos y " Vive!"  por los muertos.
  

Families of Missing 43 Ayotzinapa Students visit Birmingham: Parents Say They ‘Will Never be Quiet’
Ayotzinapa43The songbirds and cherry blossoms of Samford University’s quad provided a strangely peaceful setting for a discussion of a human rights tragedy March 25, as the families of disappeared students called for justice in their native Mexico.
     In September, 2014, 43 students from Mexico’s Raul Isidro Burgos Normal Rural School of Ayotzinapa vanished after being attacked by police and army units near the town of Iguala and delivered to a local crime cartel. Although only one of the “Ayotzinapa 43” has been identified among the remains in a mass grave, Mexico has officially closed the case.
     The families of the students are deeply skeptical of Mexico’s official investigation of the crime, and maintain hope that their loved ones are still alive. They are traveling in three caravans throughout the U.S. through the end of April to build bonds between the people of Mexico and the United States and bring attention to their cause. The parents have continued to demand that their children be returned to them “alive as they were when they were taken.”
     Carlos Enrique Alemán, professor of Latin American History at Samford University said, "The arrival of the parents of the Ayotzinapa students to Birmingham is significant in two ways.  First, it signifies the importance of Birmingham as the cradle of the U.S. Civil Rights Movement and its linkages to an international human rights movement.  Second, it demonstrates the demographic growth of the Latino population in Alabama that is concerned with issues here in the U.S. and in Mexico.”
     Samford political science department chair Fred Shepherd is a noted scholar on the subject of human rights and genocide. He introduced the Caravana43 speakers at the Samford event and emphasized how their efforts fit into a larger struggle for human rights.
     Shepherd, who also serves as legislative coordinator for the Alabama chapter of Amnesty International, said activists throughout the world “are increasingly able to reach up and out to empower themselves by connecting with high-profile transnational human rights organizations.” The Caravana43 activists understand that, and hope to pressure Mexico’s government by enlisting the support of the Inter-American Commission, Amnesty International and the United Nations.
     Anayeli Guerrero de La Cruz, sister of student Jhosivani Guerrero de la Cruz, noted the absence of song in her home since the disappearance of her music-loving brother. The promise of her brother’s education became tragedy as he and other students tried to raise funds for their studies in the nearby town of Iguala last fall. She said the students had the bad luck to visit on a day when the mayor’s wife was hosting an event. Fearful of disruption, local authorities directed violence against the students before they reached the town. The subsequent arrests of Iguala authorities and discovery of a mass grave did little to quiet suspicions of an official cover-up.
     “They thought that they could fool us,” Guerrero de La Cruz said of the Mexican government’s investigation. She also said that the Caravana43 activists had been offered bribes to end their campaign. “It’s like we would be selling our own children,” she said of that idea.
     Clemente Rodriguez-Moreno also alluded to offers of bribes but vowed that the Caravana43 activists “will never be quiet” in their quest for answers and justice. Mostly, though, he spoke of his missing son, Cristian Alfonso Rodriguez-Telumbre. The father recalled the boots that still hang in a local dance hall, ready for the son’s return. He recalled the lost harvest of flowers the students had planned to sell, and a lost harvest of young people who sought to lead their country out of violent oppression.
     Cristina M. Almanza, director of external relations for Samford’s Leslie S. Wright Fine Arts Center, helped with the Caravana43 event logistics and media relations, but she also has a personal stake in their mission. The Mexico native expressed “the infuriating sadness of the difficulties that a once peaceful country is now facing” and noted how deeply her countrymen feel the plight of the Caravana43. “The uncertainty of the parents of the 43 is the struggle that every Mexican, whether poor or rich has come to know,” she said.
     As Rodriguez-Moreno read the names of the Ayotzinapa 43, Almanza joined an audience of hundreds at Samford who answered “¡Presente!” for the disappeared and “¡Vive!” for the dead.